Cómo implementar la sostenibilidad en tu rutina diaria
12 de noviembre de 2021
3 min de lectura
Cuando hablamos de sostenibilidad, hablamos de satisfacer nuestras necesidades actuales, pero siempre teniendo en cuenta velar por las necesidades de las generaciones futuras. La vida sostenible no solo puede cambiar tu vida, sino que también dará a las generaciones venideras una mejor chance de contar con recursos suficientes y necesarios para vivir bien, en un planeta saludable y abundante. Se trata de llevar una forma de vida sustentable, con actividades cotidianas que generen el menor impacto posible sobre el medioambiente.
¿Te parece que es una forma de vida complicada y compleja? ¡Pues no lo es!
Esto no supone un cambio radical en tus rutinas o forma de vida, es simplemente ponerte a la tarea de analizar todas las acciones del día, para ver qué se puede modificar, y lograr que nuestra huella en el planeta sea natural y ambientalmente responsable.
Contar con un hogar más ecológico depende de la forma en la que consumes y vives.
Una vez entendido esto, si quieres hacer parte de un esquema más circular que traiga beneficios a futuro, estos son algunos consejos para hacer posible el cambio de relación con nuestro entorno:
Aprende a reducir el consumo innecesario
Te aconsejamos que, al comprar un producto, reflexiones primero si es realmente necesario y vital para tu vida. No “compres por comprar”. Dada la sociedad en la que vivimos hoy en día, nadie está libre de caer en tentación y comprar algo que no le resulta necesario. Cosas que en la adrenalina y felicidad del momento pensamos que “necesitamos” pero que, más tarde, somos conscientes de que podíamos haber dejado en la tienda sin ningún problema ya que solo cumplirá el objetivo de acumular polvo.
Debes empezar a tener un pensamiento más “minimalista” y entender que la solución tampoco es tirar todo lo que tienes. Es no comprar más de lo que necesitas, aplicado a todos los ámbitos de tu vida: comida, entretenimiento, muebles, a la ropa, etc. Desde hace siglos sabemos que el ritmo del planeta no aguanta nuestro consumo. Hay que consumir menos y reutilizar.
Reduce el consumo, pero también reutiliza lo que ya tienes
Con aquellas cosas que ya posees, tomate un tiempo para pensar antes de tirar una prenda de ropa o un electrodoméstico y analiza si este no puede ser donado o arreglado para su uso prolongado. Es una de las claves de la ecología y del consumo responsable. Esto también aplica para la comida. No tires la comida a la basura y menos si es en grandes cantidades, muchas veces, las llamadas “sobras que quedan de una cenar familiar” pueden servir para la cena o el desayuno del día siguiente.
Aprender a reducir el consumo innecesario también aplica para rubros del hogar (o del trabajo) como la electricidad, el gas y el agua. Te aconsejamos a aprender a usar menos energía, no solo puede ayudar a reducir las emisiones de carbono, también ayuda a tu bolsillo. Hay varias formas de ahorrar energía, como apagar y desconectar los electrodomésticos que no estés usando, la calefacción y colgar la ropa para que se seque en lugar de usar una secadora. Cambia las bombillas por unas de bajo consumo o de tipo LEDs.
También es buena opción calentar tu hogar de manera sostenible abriendo las persianas o cortinas por el día y ciérralas por la noche. Una buena alternativa es vestir tu casa con alfombras y cortinas y aísla puertas y ventanas para que el ahorro de energía en calefacción sea aún mayor.
Compra local y orgánico
En supermercados y restaurantes cada vez hay más opciones ecológicas, vegetarianas o incluso veganas. Investiga sobre el origen de los alimentos, cómo se han cultivado o si vienen de muy lejos. En dado caso que vengan de grandes distancias como otro país, es mejor no comprarlo ya que la huella de carbono del transporte no es nada beneficioso para el planeta. Debes aprender a consumir fresco, ecológico y de temporada. Evita el consumo de productos procesados.
Comprar en cooperativas, a granel, o a proveedores conocidos son grandes estrategias de sostenibilidad, ya que son productos más sanos, que se cultivan respetando su calendario natural. Así mismo, son más baratos porque la disponibilidad en las tiendas es mayor, y al mismo tiempo son más ecológicos porque el gasto energético al minimizar la necesidad de transporte, distribución y almacenaje es reducido.
Aumenta el uso de materiales reciclados y reduce tus residuos
Acostúmbrate a limpiar con productos ecológicos y reemplaza aquellos productos tóxicos, corrosivos, abrasivos e inflamables que perjudican tu salud. Así mismo, recicla preparando una zona en casa y separa: vidrio, papel, envases, aceite usado, pilas, etc., todo esto debe ser un trabajo en equipo de familia, y puedes inculcar en los niños este gran habito desde pequeños. Incluso usar el transporte público, la bicicleta, caminar y compartir el auto también son grandes opciones para reducir las emisiones de carbono y gases tóxicos.
Reduce tus residuos empezando con pequeños cambios, como sustituir los envases de plástico por unos de vidrio. Utiliza productos reutilizables como servilletas y pañuelos de tela, vajilla de cristal o cerámica, evitando el uso de materiales como el papel de aluminio o el film plástico.
Es importante concienciar a la gente del daño que nuestro estilo de vida y nuestros hábitos de consumo hacen a la sociedad y al medio ambiente. Es por ello, que en este 2021, BBVA Fiduciaria abrió el primer fondo de inversión colectiva sostenible llamado “BBVA Balanceado Gaia” una herramienta de ahorro que invierte en activos tanto locales, como internacionales que cumplan con criterios de sostenibilidad, buenas prácticas medioambientales, sociales y de buen gobierno. Este nuevo fondo está disponible para su contratación tanto desde los canales digitales como a través de la red de oficinas, ¡Que esperas para sumarte al cambio y hacer parte de este cambio hacia la sostenibilidad!