Cómo organizar tus gastos para lograr una buena salud financiera
22 de noviembre de 2021
3 min de lectura
A veces se puede incurrir en el error de pensar que se es demasiado joven como para administrar las finanzas personales, otros piensan que se tiene demasiado dinero como para incurrir en la molestia de llevar un registro de su presupuesto o, por el contrario, que no alcanza el dinero para ahorrar y tener respaldos en caso de una necesidad. Cualquiera de estas excusas pueden ser medianamente entendidas a corto plazo, pero cuando llegue el momento de recoger lo cosechado, puedes salir perjudicado al no llevar un control periódico de costos que te permita proyectarse a futuro.
Sabemos que administrar el dinero de forma óptima no es sencillo, muchas veces caemos en la tentación de gastos innecesarios que luego pueden causarnos malas jugadas y no nos dejan avanzar, financieramente hablando. Para evitar todo esto, puedes implementar en tu rutina un control de los gastos mensuales que te ayude a planificar y a tomar mejores decisiones sobre inversiones futuras.
Un buen control depende de la disciplina y la organización que lleves, estas son las bases el éxito para esta tarea, solo así veras los resultados en el tiempo. En este articulo te presentamos algunos consejos que te ayudaran a lograr este objetivo de control de gastos y así podrás crear diferentes estrategias para abordar de la mejor forma los distintos escenarios y situaciones que se presenten en tu vida.
Analiza tus prioridades
Un aspecto muy importante a la hora de organizar las finanzas es definir prioridades. Cuando éstas no existen, es muy sencillo ceder a tentaciones y empezar a consumir productos que realmente no necesitamos. Al determinar prioridades, podemos tener claro en que cosas debemos gastar y que cosas realmente valen la pena. Por ejemplo, si mi prioridad es adquirir un apartamento, y seguido a este proyecto tengo la meta de adquirir un carro, sabré que la mayoría de mis recursos deben ir enfocados a un ahorro para vivienda en vez de destinar dinero por partes iguales.
Determinar una meta es una motivación constante, al fijar un objetivo encuentras un propósito para actuar y trabajar en pro de un sueño que tienes. Al fijarnos esta meta podrás notar que controlar los gastos superfluos será mucho más fácil, porque sabes que estas destinando estos gastos a un buen fin, y no estarás desperdiciando tu capital sin saber ni siquiera en que.
No gastes más de lo que ganas y encuentra atajos para ahorrar
Gastar más de lo que se ingresa es sumamente riesgoso. Si este es su caso, hay que economizar como sea. Después de organizar tus máximas prioridades has un paralelo de cuánto dinero ingresa versus cuánto dinero estas gastando. Si notas que te sobra dinero que puedes destinar a tus metas más altas entonces no tienes de que preocuparte, pero si por el contrario, compras y consumes más de lo que tu cartera puede soportar entonces debes ponerte a la tarea de analizar que gastos deben ser erradicados definitivamente.
Para poder ahorrar es aconsejable que los gastos no superen el 90% de los ingresos, así estarás mensualmente guardando un 10% como mínimo para alcanzar tus objetivos y cada día estar más cerca. Este 10% (un porcentaje que entre más grande sea es mucho mejor) se puede destinar a reducir las deudas pendientes, a crear un fondo o colchón para emergencias y a lograr los objetivos que te plantees, ya sea tu jubilación, o el pago de un diplomado en el exterior. Sin ahorro, nada de esto es posible ni alcanzable. Entre más rápido empieces a ahorrar, más pronto lograrás tus objetivos, contarás con más opciones de inversión y podrás disponer de más control sobre tu vida y futuro.
Clasifica sus gastos
Esto te puede ayudar a analizar tu situación actual. Por ejemplo, la mayoría de las veces los ingresos mensuales son estables, pero los gastos varían. Ocurre que un mes se gasta menos y al final queda solo un pequeño superávit, pero al mes siguiente los gastos son mayores que los ingresos y se recurre al superávit del mes anterior para pagarlos. Y así sucesivamente, pero sin llegar nunca a controlar la situación, se agotan los ahorros y no hay más remedio que recurrir a deudas para atender a los pagos.
Cuando se tiene una idea general de los gastos mensuales, es el momento de categorizarlos para que pueda revisar cada uno, esta clasificación puede ser en: gastos fijos (se mantienen en la misma cantidad siempre, como la hipoteca o alquiler, seguro de salud, pago de automóvil o impuestos del hogar), gastos variables (incluyen alimentación, mantenimiento de automóviles, electricidad y uso de agua) y discrecionales (pueden variar considerablemente entre un mes y el siguiente, como ir a cenar, suscripciones de servicio streaming, televisión por cable y ropa).
Todo este análisis es necesario rehacerlo cada cierto tiempo. Por más que organices tus finanzas y estés comprometido con cumplir el presupuesto que has realizado, el dinero es algo variable y debe ser tratado como un tema serio para poder prosperar y crecer. Para asegurar el éxito de tus finanzas, cada cierto tiempo debes revaluar este análisis de costos y adaptarlo.
Ya sabes que el control de gastos personales es vital para lograr las metas.
¡Empieza ahora mismo y cambia hacia una vida financiera más saludable!